Nunca digo que no es un día como otro cualquiera, siempre me baso en que no me apetece levantarme pero el despertador suena y lo tengo que hacer. Hoy no, hoy quería levantarme, no porque fuera sábado, si no porque hoy les iba a ver, si , a mis amigos de siempre, los de mi pueblo. Era el cumpleaños de dos de mis infinitos primos pero eso tampoco me hacía ilusión. Había una persona en concreto que quería ver,
el chico de la guitarra. Un tarde un poco densa. Vino a buscarnos, mi primo siempre me acompaña, eran las 16:30 PM. La tarde se pasó rápido. Mucho humo, muchas risas. La hora de irme se acercaba y no habíamos mantenido mucho roce, simples miradas, risas absurdas, de niños, sí, cosas de niños. Propuso ir a
la peña. fuimos. Eran las 20:30 PM. Nos pedimos el sofá. Estaba a su lado. Como no, en la boca sujetaba un cigarro. Como tonta sonreía cuando expulsaba suavemente el humo de su boca hasta llegar a la mía. Sexy. Sensual.Fugaz. Ellas se fueron. Solo quedábamos, él, yo y mi primo. El tercero no era molestia, nunca lo es. Empezó la fase de cogerme de la mano, de tocarme suavemente uno a uno los dedos de mis manos. La cuestión no eran las mías, si no las suyas. Grandes, fuertes, capaz de hacerme sentir protegida. Apoyado en mi costado. Sus manos rozaban mi espalda, mis piernas. Muy lento. Sí, es el único que solo con tocarme consigue que mi corazón llegue a acelerarse de una manera que asusta. Sí, estaba a 100. Me penetraba con la mirada. Una mirada inquietante y llena de misterio. Sus labios rozaron los míos, y su lengua me producía cosquillas en la parte inferior.Sentía que no podría hacerlo, tenía novia. Y yo quería lo mejor para él. No lo hice. pero las escusas baratas no servían de nada. Estaba luchando contra mi codicia, mi locura, y mi corazón. La conciencia es poderosa y mala. Me fui, pensé que darme cinco minutos fuera de aquel lugar me haría pensar en lo correcto. Mi regreso fue peor. Me abrazó y volvió a intentarlo pero había algo dentro de mi que no quería que eso pasara. Y ahí se quedo, es un simple beso. Se quedó en un arrepentimiento continuo cuando me fui, en una mala conciencia. Hice mal, dicen que
<<es mejor arrepentirse de algo que haces, a hacerlo de algo que no has hecho>>.
Sí, como otro cualquiera, hoy, mi mejor amiga a venido a mi casa, nadie salía, las calles estaban vacías, el agua chapoteaba mientras las botas de cawboy se hundían en el barro. Sí, el viento hacía que el paraguas tuviera que estar de medio lado, nos acurrucábamos, pero no nos separábamos de nuestra bolsita de gominolas. Claro ¿si no porque pensabais que habíamos salido de casa? el cigarro también supuso que el agua no fuera obstáculo de pisar las calles, pero las gominolas ganan siempre. Otro día sin mas, otro día bajo la lluvia. Hasta mañana.
